Un corazón donde vivir (Parte 1)
Su corazón palpitaba en la garganta mientras en el teléfono sonaba el primer timbrazo. Piíp… piíp… piíp. A punto de colgar y dejarlo estar, aquella voz conocida respondió.
-¿Hola?
Por un momento no supo qué decir. Estaba absolutamente en blanco mientras el corazón golpeaba con los puños las paredes de su pecho. Manos invisibles atenazaban su voz.
-Gerard, ¿estás ahí?
-Hola, Caye… Sí, estoy aquí.
-¿Cómo estás? ¿Estás bien?
-Sí… Eso creo… ¿Y tú?
-Yo estoy intrigada… Pero me alegro de saber de ti.